viernes, 8 de mayo de 2020

"...UNA ESPECIE DE EXPOSICION"



"...una espècie d'exposició" es el nombre de una muestra pictórica, un conjunto de más de sesenta obras realizadas en tres diferentes soportes y tratamientos: madera, cartón y papel. A las obras las acompaña una serie de textos escritos por mí.
Son nueve las especies arbóreas elegidas, un tanto al azar, e interpretadas en distintas estaciones del año, sus flores y algunos bodegones cuyos protagonistas son los frutos y derivados, que nos sirven para alimentarnos y cuidar nuestra salud.


El ALMENDRO
Cuando era una niña muy pequeña, a veces, paseaba con mis padres por campos donde había almendros…
La primera vez que los vi, cuajados de flores, creí que habíamos entrado en otro mundo, o que nos habíamos metido en un cuento. Hacía pocos días que habíamos pasado  por allí y solo había visto unos troncos, normales y corrientes, sosteniendo muchas ramitas que se entrecruzaban y chocaban entre sí, todo de un mismo color poco digno de ser recordado.
Y sin embargo, ese día, de repente estábamos envueltos en todo un alarde de gamas del blanco al carmín, con tímidos verdes y discretos violetas que SOLO la Naturaleza puede conseguir. 
Yo no pude asimilar tal espectáculo y como suelo somatizar las emociones...somaticé. 
Días después pinté una acuarela protagonizada por dos almendros en flor.
Me contaron –quizá algún sabio animalito del monte- que andaba la madre Naturaleza repartiendo belleza a las distintas flores y, cuando estaba concediendo la suya al almendro, se oyó a Afrodita gritarle: “¡detente ya!. ¿No ves que te has excedido?”.
Y así la dejó, con esa belleza perfecta y bondadosa que nos permite adivinar, al verla, que algo extraordinario nos va a ofrecer: su almendra.

Almendro en primavera
Técnica mixta sobre tabla - 120 x 80 cm

Almendro en invierno
Técnica mixta sobre tabla - 120 x 80 cm

Flor del almendro
Técnica mixta sobre papel - 33 x 23 cm

Leche de almendras, garrapiñadas, turrón y licor Amaretto
Técnica mixta sobre cartón - 55 x 48 cm

Tarta, pastas, almendras y peladillas
Técnica mixta sobre cartón - 50 x 30 cm

Pequeñas frutas de mazapán que, tradicionalmente, 
se regalan el 9 de octubre (Dia de la Comunidad Valenciana)
Técnica mixta sobre cartón - 82 x 30 cm



El CASTAÑO
Nunca he visitado un castañar en otoño, aunque espero hacerlo algún día.
Tampoco he visto muchos castaños de cerca. Digamos que los he tratado poco pero, solamente observando su físico, ya no dudo de su extroversión ni de su generosidad. Y, con lo que he aprendido sobre ellos, los he catalogado, sin temor a equivocarme, como seres hospitalarios.                  
El castaño tiene la buena costumbre de dar cobijo, en su enorme tronco, a distintas especies animales, incluso a personas, si se da el caso. Y su monumental copa es el hogar de diversas especies.            
Cuando sus semillas se han convertido en alimentos digeribles, se desprende de ellas para que las podamos recolectar y consumir. También se alimentan, con ellas, los animales del bosque. ¡Hay suficientes para todos!
Yo creo que el castaño es uno de esos seres grandes, con apariencia ruda y,  sin embargo, cargados de ternura y buenas intenciones. No sé si será ese buen fondo de donde emana su sorprendente habilidad para convertir en confortable cualquier situación donde estén presentes. Él sabe cómo reunir a personas en torno a un cucurucho de papel lleno de castañas asadas, o junto a unas brasas donde asarlas.
Pero las castañas, no solo se visten con trajes rotos de color marrón, también conocen el glamur y, a menudo, cambian sus harapos por lujosos vestidos dorados, que lucen tras haberse dejado manipular, hasta permitir que las glaseen en almíbar. Una vez terminado este proceso de sofisticación, cambian su castizo nombre por el seudónimo de marron glacé.

Castaño en verano
Técnica mixta sobre tabla - 170 x 60 cm

Castaño en otoño
Técnica mixta sobre tabla - 170 x 60 cm

Flor masculina del castaño
Técnica mixta sobre papel - 33 x 23 cm

Flor femenina del castaño
Técnica mixta sobre papel - 33 x 23 cm

Marron Glacée, crema, harina y cesta de artesanía
Técnica mixta sobre cartón - 53 x 51 cm

Confitura, castañas asadas y crudas 
Técnica mixta sobre cartón - 60 x 34 cm



El  CIPRÉS
Veo el ciprés como una gran mole compacta y homogénea a la que, a veces y solo a veces, el viento consigue despeinar. No detecto en él ningún interés por relacionarse con nosotros.                                Digamos que no facilita esa relación…ni tronco ni rama alguna por la que un niño pueda trepar, ni unas raíces sobre las que sentarnos o tronco que se deje abrazar, ni siquiera nos permite estar bajo su copa. ¡Nada!
Prefiere mirar al cielo, es un árbol severo que no admite bromas. Aunque no nos alimenta de forma alguna, sí hemos de agradecerle, y mucho, los productos que nos ofrece para mejorar nuestra calidad de vida, ya sea con fines terapéuticos o cosméticos.
Aunque su pose sea distante, lo considero un ser bueno, espiritual, ajeno al materialismo y al que, quizá alguna vez, defraudamos y desde entonces nos mira por encima de su hombro.
Sospecho en él ternura y que, tanto el hermetismo de su forma como la estructura de sus hojas –más semejantes a un tejido tricotado que a hojas de árbol-  son la forma de proteger su fondo vulnerable.
Siento por el ciprés: mucho, mucho respeto, admiración, afecto y, por descontado, agradecimiento.

Ciprés en verano
Técnica mixta sobre tabla - 160 x 50 cm

Ciprés en invierno
Técnica mixta sobre tabla - 160 x 50 cm

Flor masculina del ciprés
Técnica mixta sobre papel - 33 x 23 cm

Flor femenina del ciprés
Técnica mixta sobre papel - 33 x 23 cm

Perfume elaborado con aceite esencial de ciprés
Técnica mixta sobre cartón - 50 x 28 cm

Crema, jabón y aceite esencial para elaborar 
productos cosméticos y sanitarios
Técnica mixta sobre cartón - 76 x 50 cm



El CIRUELO
El ciruelo rojo es un glamuroso arbolito de una belleza que supera a su tamaño. No pasa de mediano porque, si alcanzara mayor porte, con su aspecto lujoso, sería pura ostentación y los ciruelos no son propensos a presumir.
Quién sabe si el prunus cerasifera pisardii -ciruelo rojo para los amigos- es un  poco narcisista y se siente más interesado por lucir sus plateados carmines y violetas, o su estilizado tronco oscuro, que en el desarrollo de sus frutos.  De ser así, eso explicaría que sus ciruelas sean estéticas pero muy pequeñas y de pulpa escasa.
Diferente actitud tienen los otros ciruelos…más modestos pero mucho más generosos y filántropos, esos que nos regalan ciruelas tan variadas de pulpa carnosa, jugosa y nutritiva.
Las hojas de los ciruelos parecen ser conscientes de su papel secundario, de marco o fondo de las auténticas protagonistas: las ciruelas y, por eso, las hojas adoptan posturas discretas y sus colores son humildes y dulces, adecuados a la función que desempeñan.
Las ciruelas, sean del color que sean, me parecen tímidas, recatadas…sí, porque ocultan una belleza que haría palidecer a la manzana tras una especie de tul blanquecino. Tan discretas son que, si queremos disfrutar de sus brillantes y preciosos colores, tenemos que frotar su piel.
Pero por otra parte, esa toquilla pálida y azul, logra potenciar mucho su delicadeza. 
Quizá me han engañado y, las ciruelas, más que tímidas son coquetas.

Ciruelo variedad prunus doméstica
Técnica mixta sobre tabla - 120 x 80 cm

Ciruelo variedad prunus cerasífera pisardii
Técnica mixta sobre tabla - 120 x 80 cm

Flor del ciruelo
Técnica mixta sobre papel - 33 x 23 cm

Frutos frescos, mermelada y ciruelas pasas
Técnica mixta sobre cartón - 60 x 45 cm



LA HIGUERA
Hace tiempo que veo la higuera como un ser peculiar, un ser con alma.
Tengo la sensación de que cambia de humor según la estación del año. En invierno parece sentirse atormentada, presa de algún sufrimiento, quizá quiera ahuyentarnos porque prefiera estar sola. 
Su imagen invernal, desprovista de hojas me resulta trágica. Parece avergonzarse de su aspecto, al no ser consciente de su elegancia. Es posible que le preocupe su desnudez cuando más puede necesitar el amparo de sus hojas.
En primavera, invadida por la alegría, se vuelve optimista y amontona hojas y más hojas, hasta hacerse densa y rellenar sus escasos huecos con frutos y más frutos. Es en  ese momento, ya compacta, cuando se vuelve  sociable y generosa. Creo que nos reclama a su lado, desea que nos  acerquemos a ella, acogernos y ofrecernos su sombra y sus dulces frutos. Es como si, en verano, quisiera atraernos, para lucir ante nosotros su traje de esos verdes tan refrescantes. 

Higuera en invierno
Técnica mixta sobre tabla - 130 x 100 cm

Higuera en verano
Técnica mixta sobre tabla - 130 x 100 cm

Confitura, pan de higo e higos secos
Técnica mixta sobre cartón - 55 x 26 cm

Frutos frescos y mermelada
Técnica mixta sobre cartón - 49 x 41 cm



EL LIMONERO
Si alguien me pidiera una descripción objetiva del limonero, tendría que hacer un costoso esfuerzo para conseguir esa objetividad porque, para mí, el limonero es un ser encantador, adorable…de él todo me gusta: el color, brillo y textura de sus hojas, los ágiles movimientos de su tronco y ramas que, inesperadamente, parecen cambiar de opinión y dirigirse hacia otro lugar, sus flores de estética inmejorable y cuyo aroma me evoca Valencia, mi tierra, a la que critico y quiero. Para terminar el párrafo he dejado su fruto: el limón porque él es un fruto “punto y aparte”.
El amarillo es un color expansivo, avasallador, que no respeta su perímetro ni está dispuesto a controlarse. El limón, además de ser amarillo, tiene una forma contundente y su piel brilla. Así que, para el limón, no hay  límites. Debemos agradecer a los limones su permanente intento de llamar la  atención de la Ciencia para que reparara en ellos e investigara todas sus propiedades terapéuticas. Afortunadamente lo han conseguido y los científicos han ido descubriendo su capacidad para prevenir y curar numerosas enfermedades, incluso algunas de las más temidas. Varios, de estos relevantes hallazgos, han sido dados a conocer en publicaciones tan prestigiosas como, por ejemplo, la revista médica británica The Lancet.  
Solo con su presencia el limón ya me alegra y ahuyenta cualquier depresión que ande persiguiéndome. Sí, porque invariablemente me sugiere vida y solo vida. Vida de tal pureza que se extiende, sellándolo todo hasta impedir que pueda entrar muerte. Desde niña, siempre ha sido esa mi percepción del limón, por eso, cuando leí ese poema de mi -tan estimado y admirado-  Benedetti, en el que termina estrofa diciendo: “…traje un limón contra la muerte/ y muchas ganas de vivir” se me desbordó la emoción.     

Limonero en otoño
Técnica mixta sobre tabla - 120 x 60 cm

Limonero en verano
Técnica mixta sobre tabla - 120 x 60 cm

Flor del limonero
Técnica mixta sobre papel - 33 x 23 cm

Granizado, zumo y helado
Técnica mixta sobre cartón - 66 x 36 cm

Licor Limoncello, tarta y complemento de bebidas
Técnica mixta sobre cartón - 72 x 50 cm

Limón con manzana, una mezcla muy saludable
Técnica mixta sobre cartón - 40 x 40 cm



El MANZANO
Estoy casi convencida de que el manzano, en invierno, se aburre.
Parece tenso, su aspecto es nervioso. Podría suceder que sus ramitas pequeñas, horizontales y mecidas por el viento, duerman mientras las mayores  se aburren o vigilan hasta sentir que se aproxima la primavera, momento en que despiertan a las dormidas para, entre todas, gestar una especie de funda de flores blancas o rosa y, asomándose por los huecos,  unas hojitas color verde vida.
Pero su momento estelar llega cuando, cada elemento blanco o rosa de aquel disfraz, se ha transformado en fruto, en atractiva y carismática manzana. Atractiva y carismática, sí, porque el diseño de la manzana, en sus casi infinitas variedades, es perfecto. En color y forma.  Nadie podría negar la existencia de otros muchos frutos hermosos, pero la manzana los supera en atractivo, ¿por qué, si no, cuando un pintor ha querido representar algo tentador ha recurrido a la manzana?.
Una manzana solitaria, una única manzana, no sugiere soledad ni parece desvalida. Todo lo contrario, da sensación de seguridad en sí misma.
Ella es un ser potente que nos dice: “mírame y admírame porque, si existe una imagen representativa de la salud, soy yo”.

Manzano en invierno
Técnica mixta sobre tabla - 120 x 60 cm

Manzano en primavera
Técnica mixta sobre tabla - 120 x 80 cm

Manzano con frutos
Técnica mixta sobre tabla - 120 x 60 cm

Flor del manzano
Técnica mixta sobre papel - 33 x 23 cm

Mermelada y licor de manzana
Técnica mixta sobre cartón - 50 x 30 cm

Sidra, pastel y compota
Técnica mixta sobre cartón - 66 x 50 cm

Grandpomier, sidra y frutos frescos
Técnica mixta sobre cartón - 75 x 50 cm



El  OLIVO
Siento, viendo olivos, sensación de amistad.
Siento la presencia de un amigo amable, sereno… como su copa y, además, sensato y experto, como su tronco.
Su imagen también me sugiere la mentalidad de un padre benefactor, fuerte, honesto, complejo, capaz de suavizar las adversidades y dejar romas las aristas de la relación entre humanos.
No me sorprende que se le relacione con la Paz. Especialmente ese tipo de Paz que se consigue con el esfuerzo de todos.
Tampoco puede extrañarme que, de él, obtengamos el aceite, ese “oro líquido” –como se le viene llamando desde hace siglos- que nos alimenta, protege o cura nuestra salud y suaviza la piel.
Sentada sobre las raíces de un olivo no podría sentirme sola y, en esa escena,  sospechando que toda la información de lo vivido por el árbol la guarda el tronco, me nace preguntarle cómo ha sido su vida, qué ha visto de bueno en los humanos y en los demás animales. Me atrae indagar en sus recovecos, buscar entre esos nervios y en tan peculiares huecos vivos.
Y, más fuerte aún, es el impulso que siento de abrazarlos  pero ¡claro!, mis brazos no alcanzan porque yo soy pequeña y cualquier olivo añejo es grande.
Mejor dicho, no solo es grande, es grandioso. 

Olivo
Técnica mixta sobre tabla - 50 x 50 + 120 x 50 + 50 x 50 cm

Flor del olivo
Técnica mixta sobre papel - 33 x 23 cm

Aceite, mayonesa, salsa y aceitunas
Técnica mixta sobre cartón - 64 x 45 cm

Lámpara y candil, usados en la antigüedad para iluminar
Técnica mixta sobre cartón - 50 x 20 cm

Jabón, gel, crema y pomada medicinal
Técnica mixta sobre cartón - 50 x 33 cm



LA VID
Tratándose de vid, y siendo mi apellido Mayol, no puedo rechazar la tentación de entrar en el campo de la Heráldica, ya que el escudo de mi apellido, tal como consta en los libros sobre esta materia, es así: en campo de oro, un brazo vestido de azur (azul), moviente del flanco siniestro, teniendo en la mano un racimo de uvas de su color (violeta) con las hojas de sinople (verde). Y, haciendo uso del sentido del humor, paso a afirmar que me siento hermanada con los racimos de uva y con la vid en general.
Prefiero ver la parra que la viña. Contemplar una parra provoca en mí cierta euforia, me alegra ver su gama de verdes y el cambiante color de los racimos, pero añado el espectáculo de la sombra que proporciona. Una parra, en su entorno natural me sugiere bienestar, tranquilidad, sencillez…en resumen: calidad de vida. 
En cambio, la visión de viñas o viñedos no me produce una euforia similar.  Sus colores son equivalentes a los de la parra, obviamente, pero difieren en su estatura y en su estructura social. Los viñedos son grupos de vides trabajando para nosotros, los humanos. No se les permite crecer en altura, son trabajadoras despersonalizadas, uniformadas, sumisas…¡quién sabe si a pesar suyo!. Las viñas han perdido Libertad a cambio de atenciones y cuidados. 
Sí, soy consciente de haber hablado de la viña como si de un ser humano se tratara. Pero mi manifestación no lleva intención crítica, como tampoco puedo estar en contra de la Enología.
Simplemente he expresado la peculiaridad de que una sola especie genere, en mí, dos emociones diferentes.

Vid en verano
Técnica mixta sobre tabla - 120 x 60 cm

Vid en invierno
Técnica mixta sobre tabla - 120 x 60 cm

Vid en primavera
Técnica mixta sobre tabla - 70 x 60 cm

Flor de la vid
Técnica mixta sobre papel - 33 x 23 cm

Vino blanco, vino tinto y vinagre
Técnica mixta sobre cartón - 75 x 52 cm

Vino blanco, champagne, mistela, brandy y fruto fresco
Técnica mixta sobre cartón - 76 x 53 cm

Mosto y uvas pasas
Técnica mixta sobre cartón - 110 x 40 cm

Distintas variedades de uva
Técnica mixta sobre cartón - 110 x 70 cm







3 comentarios:

  1. ¡Cuánto arte, Ana! Preciosas pinturas. Un abrazo

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    1. Soy Lina, que no dije nada y creo que se publicó como desconocido

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    2. Precioso Ana! Me encantan tus cuadros y el sentimiento con que los describes!

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